viernes, 13 de enero de 2017

los nidos en invierno...

Cuando el frío arrecia y las plantas se congelan por culpa de las bajas temperaturas, cientos de pájaros silvestres se ven privados de la posibilidad de poder alimentarse de forma adecuada. Una situación, a la que ahora mismo quizá no le des demasiada importancia, que provoca que algunas especies vean como su población se reduce drásticamente.
A la caída de la tarde las temperaturas bajan y todos los pajarillos desaparecen del barrio y yo me pregunto..donde dormirán  ?? porque sus nidos están vacios...


Con lo inclemente que puede llegar a ser el clima en invierno, las aves han ingeniado impresionantes y versátiles mecanismos de protección que han resguardado su vida a través del tiempo. A lo largo del proceso evolutivo de las aves, estas han aprendido a prever cuándo son los cambios de estaciones climatológicas y se han adaptado para resistir estos cambios y no morir en el intento. Por ejemplo las aves, animales de sangre caliente, tienen una temperatura promedio que oscila en torno a los 40ºC, representando un verdadero reto mantenerla en equilibrio cuando llega el invierno y las temperaturas descienden a los 10 grados diarios.

La adaptación ocurre de forma física o de comportamiento. Uno de los cambios físicos más notables es la presencia de las plumas, que aislan al ave del frío y el agua, mientras que en las patas poseen escamas que minimizan la pérdida de calor. Además, como muchas otras especies, las aves reservan grasa en su cuerpo que funciona como aislante del frío y representa una fuente de energía para generar calor. 

Sin embargo, la más importante de sus adaptaciones resulta de comportamiento. Las aves suelen migrar a latitudes más templadas, cercanas al ecuador durante el invierno, para huir de los efectos del frío. Aunque muchas aves no migran y se quedan en su hogar durante la temporada fría. Para esto, su respuesta es ahuecar las plumas creando bolsas de aire que incrementan el aislamiento, exponerse al sol cuando pueden y agruparse en bandadas grandes durante la noche para compartir el calor...
 No es el caso de nuestro querido gorrión común que se ha adaptado a las ciudades y a las gentes y aquí vive todo el año con nosotros haga frío o calor retozando todo el día buscando su alimento en los parques y jardines de nuestros barrios y pueblos...
Aunque se dice que están disminuyendo mucho yo sigo obserbandolos en mi barrio y la verdad es que a lo mejor son menos ahora, pero en cualquier caso hoy mismo he visto mas de veinte juntos en los jardines que rodean la zona de mi bloque y se los ve bastante bien alimentandose con ayudas de el pan que les colocan los vecinos amantes de estos , sin ir mas lejos en mi terraza se han zampado todos los días los restos de los roscones de navidad y varios duermen debajo del toldo recogido de nuestra casa...





en cualquier caso sí se les puede ayudar en invierno con cualquier tipo de comedero simplemente con trozos de pan...


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