lunes, 19 de septiembre de 2016

Todavía es tiempo de higos...

Los higos de Cadalso manjar de dioses....
La semana  pasada fui a coger unos higos de cuello dama y aquí os paso las fotos y el comentario sobre este preciado manjar...
La higuera es originaria del Mediterráneo y sus frutos, los higos y las brevas, han sido muy apreciados por las diferentes culturas que se han asentado en las orillas de este mar a lo largo de los siglos. España es junto con Italia, Grecia, Turquía, Israel o Francia, uno de los principales productores de este “manjar de dioses”. En la provincia de Toledo, en las cercanías de la Sierra de Gredos y el Valle del Tiétar, se produce una de las variedades más apreciadas del higo, el “Cuello de dama”.
todas las fotos son de higos de cuello dama en Cadalso...


El higo es un fruto que ha formado parte de la dieta habitual de diferentes culturas desde tiempos muy remotos. Son tan deliciosos que hasta poetas y filósofos han difundido sus virtudes. En Egipto se han encontrado dibujos representativos de su recolección, en el libro del Éxodo forman parte de los frutos que los exploradores presentaron a Moisés. Siempre fueron un alimento esencial para los griegos: las higueras se consagraban a Dionisios, el dios de la renovación, cuando se fundaba una ciudad, se plantaba una higuera entre el ágora y el foro para señalar el lugar donde se reunirían los ancianos. Manjar predilecto de Platón, son conocidos como la “fruta de los filósofos” y Galeno recomendaba su consumo a los atletas que participasen en los Juegos Olímpicos.


Los higos se pueden clasificar en tres grupos dependiendo del color de su piel. Las variedades blancas, de color blanquecino, amarillento o verde cuando están maduros; las coloreadas, incluyen los frutos de color azulado más o menos claro; y las variedades negras, de color rojo oscuro o negro. Uno de los tipos más apreciados de higos es el Cuello de dama, variedad de higo blanco, reconocida por su piel fina e intenso dulzor, que se dan mayoritariamente en el Valle del Tiétar y en la Sierra de Gredos. También existe la variedad Cuello de Dama en higo negro. Los frutos son achatados, la piel más gruesa que la de los higos blancos y con una pulpa de un atractivo color morado muy dulce.



A diferencia de otras frutas, las arrugas y aberturas que presenta la piel de los higos y brevas, revelan el momento ideal de consumo del alimento porque son una evidencia de que el fruto ha llegado a su punto de sazón. Deben tener un color agradable, buena consistencia, textura relativamente suave y cuando están maduros, ceden a la leve presión con los dedos. Las frutas duras, marchitas, resquebrajadas con olor amargo o los lados achatados se deben desechar. Estos frutos son una mercancía sumamente delicada y perecedera que, incluso guardados en el frigorífico, se conservan tan sólo unos 3 días, lo que dificulta su comercialización.


Los higos contienen un 70% de agua y son ricos en fibra, hidratos de carbono y bastantes calorías con lo que no es recomendable en una dieta de adelgazamiento. En cuanto a nutrientes, contienen una cantidad moderada de provitamina A, de acción antioxidante. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes. También contienen potasio y magnesio. El primero es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, el magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejorando la inmunidad además de tener un suave efecto laxante. Asimismo, los higos son excelentes para mejorar el tránsito intestinal, el sistema inmunitario, la hipertensión arterial, el colesterol, la visión, la diabetes... Eso si, no se aconseja su consumo en caso de padecer insuficiencia renal y dietas controladoras de potasio.




Los higos y la salud
Los higos y las brevas son muy ricos en hidratos de carbono, que el organismo transforma en glucosa. Por ello, los higos y las brevas son frutas recomendables para todas aquellas personas en general, y en particular, para quienes necesiten un aporte extra de energía; embarazadas, lactantes, niños en época de crecimiento y adolescentes y para personas con un desgaste físico o intelectual importante. Teniendo en cuenta la cantidad de glucosa que aporta, es muy interesante su consumo en personas que realizan actividades deportivas intensas, sobre todo en épocas de entrenamiento o en la alimentación post competición, para reponer los depósitos de glucógeno que han sido agotados.




La mejor época para consumir higos frescos es desde agosto a finales de octubre.Los higos se digieren muy bien y actúan como emolientes (suavizantes) de las mucosas del tracto gastrointestinal. Es la fibra uno de sus componentes principales, razón por la cual son consideradas frutas laxantes. La fibra tiene la capacidad de fijar sustancias (ácidos biliares, colesterol...), de modo que disminuye o retrasa su absorción. Esta propiedad es particularmente interesante para las personas con colesterol elevado, ya que se forman geles viscosos entre la fibra soluble y el colesterol que es excretado en parte junto con las heces. Tanto higos como brevas constituyen una buena herramienta para poder combatir el estreñimiento y la atonía intestinal. Además, la fibra realiza una función de protección frente al cáncer de colon, ya que impide o disminuye el tiempo de contacto de sustancias cancerígenas con la mucosa del intestino grueso.

Los higos y las brevas son una buena herramienta para favorecer la protección frente a ciertos cánceres.



Los higos son excelentes para mejorar el tránsito intestinal, el sistema inmunitario, la hipertensión arterial, el colesterol, la visión, la diabetes...
Las brevas, de mayor interés comercial que los higos, se forman sobre la madera vieja de la rama del árbol, donde pasan el invierno como pequeños botones, situándose tres o cuatro por ramo. A partir de agosto, la higuera da una segunda cosecha, los higos, que en realidad son una flor invertida hacia adentro y el verdadero fruto son las pequeñas semillas que se albergan en su interior.

El látex es un líquido blanco y lechoso que surge al coger un higo del árbol. Es irritante y capaz de coagular la leche, por lo que se ha empleado durante años como coagulante vegetal en la fabricación de quesos, y de hecho, se sigue haciendo tradicionalmente de ese modo en Mallorca.
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